Emprender por arte de magia
Cada vez
que trabajo en un programa de emprendimiento o hago consultoría y pregunto cómo
te ves, emprendedor, en un futuro cercano, la respuesta es unánime: “Me veo
ganando muchísimo dinero y disfrutando”. No importa en qué fase se encuentre el
emprendedor, bien sea con una idea solamente o con ventas ya probadas y
validada la viabilidad del proyecto. Sin embargo, cuando pregunto hasta dónde
quiere llegar con el emprendimiento, cerca de la mitad visualizan un negocio
estable y, aun cuando tienen la meta clara, no tienen idea de los pasos que
puede dar para materializar el sueño. En otras palabras, la ruta de
construcción del negocio no aparece en el radar.
Como
consultora, el planeamiento de la ruta es primordial, por lo que trabajamos con
estrategias para cada bloque del canvas; sin embargo, hay muchos vacíos que el
mismo emprendedor no ha detectado. Estos vacíos se refieren a:
- Establecer objetivos de mediano y largo plazo. Empezar por definir hasta dónde se quiere escalar el negocio brinda la posibilidad de imaginar la duración de la ruta. No es lo mismo trabajar desde casa y de modo virtual, lo que se puede conseguir en el corto plazo, a montar una industria con galpones, maquinarias y centros de distribución.
- Preparar un presupuesto de inversiones. Ir ajustando fechas de adquisición de maquinarias y equipos, de manera que se vayan construyendo los objetivos. Este presupuesto va de la mano con el pronóstico de producción y ventas, de manera que se produzcan los ingresos necesarios para las inversiones.
- Monitorear los requerimientos del sistema cliente y los cambios del entorno. esta es una manera de que se ajusten los objetivos a los ambientes VICA: volátiles, inciertos, complejos y ambiguos, de manera que se ajusten a las realidades.
- Prestar atención a los cambios inminentes. Algunas veces el entorno nos obliga a replantear los objetivos o ralentizarlos, lo que es diferente a eliminarlos. Así que plantearse rutas alternas o aumentar plazos de espera nos debe llevar algo más de tiempo y/o acelerar algunos procesos, como los de producción y ventas.
- Celebrar los logros. Marcar los objetivos logrados como hitos importantes en la evolución del negocio ayuda a la sensación de estar en el camino correcto y que sí se están haciendo las cosas, lo que se tiene que hacer. No siempre es fácil y celebrar que se han superado los retos impulsa el ánimo emprendedor.
¿Has
visualizado tu negocio y lo estás construyendo paso a paso? Puedes mejorar en
cualquier momento y afinar esos pasos para ver las opciones de construcción de
tu negocio. La experiencia dice que las empresas no salen por arte de magia;
requiere constancia, astucia y resiliencia. Tus comentarios son bienvenidos al
final de este artículo.
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