¿Dónde pones tu atención?

 

Estos días han sido muy movidos en las redes por incidente en la premiación de los Oscars. Alguien comentó que con tantas noticias importantes solo la gente se enfoca en lo más trivial. En vez de comentar las  situaciones económicas que sí afectan al país, o los estragos de lo que pasa en Ucrania, la gente pasa horas opinando y prestando atención a un hecho donde no tenemos mayor información para hablar con propiedad o sacar algún aprendizaje al respecto. ¿Por qué pasa eso?

Según mi opinión, hay una gran necesidad del ego en demostrar la fuerte posición que tenemos como individuos ante un hecho que no nos afecta directamente, donde no participamos o lo que digamos no cambiará ni los hechos ni las consecuencias; es una manera muy teatral de decirle al mundo la posición tomada sin que eso afecte las acciones futuras. Y no hay nada mejor para el ego también que demostrar la superioridad con las razones que argumentamos, porque nos hace sentir que somos personas de muchos principios y razonamientos y que el tomar una posición nos da un rol que nos obliga a defenderlo a capa y espada; luego volcamos toda nuestra energía a demostrar nuestra superioridad.

Hoy en el programa de radio estábamos conversando justo lo que significa la desatención como un elemento que te aleja de tu verdadero mundo, porque nos enfocamos en las cosas que están en el tapete social, sin pensar causas o consecuencias; solo queremos seguir la corriente. Pero ¿qué es lo importante que merece nuestra atención? El aquí y el ahora, medir la brecha entre lo que vives y lo que sueñas y deseas, y muy especialmente, lo que pasa en tu interior, ese crecimiento de tu mente y tu alma que te eleva espiritualmente. Cuando prestamos atención a lo que realmente importa abrimos las posibilidades de minimizar los deseos del ego y lograr ese bienestar que tanto deseamos. ¡Qué desgastante es desperdiciar las energías en asuntos que de una u otra manera no traen nada bueno a los demás! Og Mandino escribió en su libro El vendedor más grande del mundo:

Saludaré este día con amor en mi corazón. ¿Y cómo hablaré? Elogiaré a mis enemigos y se convertirán en amigos míos. Animaré a mis amigos y se volverán mis hermanos. Ahondaré siempre en busca de razones para elogiar; nunca me allanaré a buscar excusas para el chisme. Cuando sienta la tentación de criticar, me morderé la lengua; cuando me sienta inspirado a elogiar, lo proclamaré a los cuatro vientos.

 Al enfocarnos en la búsqueda del bienestar dejaremos que los demás puedan ser como son, dejaremos la crítica y podremos enfocarnos en ver el lado positivo y/o el aprendizaje de cada ocasión, y el elogio, como lo señala la cita, nos llevará a ver el lado positivo de cada persona. Si reconocemos ese lado positivo, si reconocemos que todos, incluso nosotros mismos, cometemos errores y que hacemos lo que hacemos con la mejor de las intenciones, mejorará nuestra percepción. Entender que hay una intención positiva en cada conducta y un contexto adecuado para cualquier conducta,

nos lleva a dejar de juzgar y reconocer que no hay éxitos o fracasos, sino resultados, y nos llevará a darnos cuenta de que la evolución no ha terminado. Todos estos son postulados de la PNL.

¿Dónde está tu atención? Ahora puedes tomar la decisión de enfocarte en lo que realmente es importante para ti, sin importar lo demás. Tus comentarios son bienvenidos al final de este artículo.

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