Con la era digital, ¿nos hemos vuelto digitales?

 


Después del Covid-19 hemos cambiado muchas cosas: nos hemos quedado en casa por más tiempo de lo que estábamos acostumbrados, disminuyeron las opciones para comer en un restaurante, ir a un parque, al cine… En fin, nuestros hábitos cambiaron, y estoy hablando de un cambio de orden mundial.

Como muchos perdieron sus empleos, la salida ha sido hacia emprender o buscar empleos de corte digital, que se puedan hacer en casa. Y las empresas más experimentadas, con estructuras bien formadas, han visto en la necesidad de revisar y gestionar sus modelos de negocio hacia procesos y tecnología digital. Hasta la forma de recrearnos ha sido hacia lo digital: las presentaciones artísticas se hacen en streaming o en grabaciones disponibles en redes sociales. Los campos deportivos ahora lucen sin esa energía que inyectaba la masa de fanáticos de los equipos contrincantes. Y la manera de reunirnos con nuestros seres queridos y amigos ha sido gracias a los dispositivos y redes sociales.

En mi caso particular, el teléfono celular se ha vuelto un aliado a la hora de comunicarme con la gente, grabar el programa de radio y prestar mi servicio de consultoría y formación, lo que no ha sido nuevo. ¿Cuántos de mis lectores tomaron consciencia de que había que hacer cosas diferentes y construir nuevos hábitos?

Este virus ha sido un cambio obligado a la sociedad global, para mirar y vivir la vida de otra manera. De una u otra forma, nuestras conductas han cambiado y los estudios al respecto indican que las empresas están mirando la tecnología no solo para la venta en comercio electrónico, sino que la mayoría de sus procesos se basan en el uso de la tecnología. Igualmente está pasando con las personas, que en su mayoría madres, están abrazando la tecnología y el trabajo remoto porque les da la oportunidad de balancear mejor su rol como madre y trabajadora, o quienes aprovechan la ocasión para dedicarse al cuidado personal mediante el ejercicio. Sin embargo, no todos aceptan el cambio sin chistar. Un estudio realizado por el IESE y la consultora Savills Aguirre Newman señalan que solo el 12 % de las personas quieren un trabajo remoto todos los días, y sin leer todos los estudios, les explico el porqué: los seres humanos somos seres sociales, hemos sido diseñados para mirarnos de frente, nuestros brazos acoplan muy bien otros cuerpos mediante el abrazo, y cómo amamos el compartir. Tanto es así de importante que según estas investigaciones, las reuniones para compartir un café o el almuerzo aumenta la creatividad; si nos basamos en lo que señala Napoleón Hill, estos encuentros son los que promueven los master minds que son los generadores de sinergia mental. Nuestras comunicaciones las hacemos con todos los sentidos (y más si hemos entrenado para ello), por lo que las tecnologías nos restan buena parte de lo que pueden captar nuestros sentidos, como los aromas, el conjunto completo de lo que emana una persona, dado que con los dispositivos solo vemos el rostro, al punto de que en una reunión digital todavía hay quienes se visten de la cintura para arriba para la ocasión, y sus pies tienen las pantuflas cómodas de casa.

Particularmente, aunque doy gracias por estos avances tecnológicos, soy de las personas que añoran los abrazos, compartir un momento en un espacio diferente, donde se pueda conocer gente de verdad y no quedarme con la duda si quien se presenta en las redes es tal cual como aparenta o está utilizando un avatar. ¿Cómo conseguir conocer a una persona con menos información de la que te da un encuentro personal? ¿Cómo evitar la monotonía de estar en casa tantos días seguidos y salir del ciclo de la rutina? Ahora me doy cuenta de que añoro mirar tiendas, cosa que antes no era de mi interés, al igual que sonreír a la gente por el mero placer de ver cómo reaccionan. Eso no me lo permiten los tapabocas. Si bien es cierto soy una persona abierta a la tecnología y a los cambios, en el fondo soy un ser humano creado para la interacción social. Lo extraño muchísimo, aunque aprecie la vida digital.

¿Te volviste digital o todavía añoras la vida de antes? Tus comentarios son bienvenidos al final de este artículo.

Sé que te gustó esta información, compártela y así beneficias a otros. Y si ambicionas apoyo y soporte en este tema, te invito a contactarme por aleciaortiz.consult@gmail.com, o por las redes @aleciaortizmba.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El cambio de paradigmas a la hora de gestionar negocios

Creencias y sistemas

Mi querida Chica Plástica