¿Será la idea o la comunicación de la idea?
Uno de los
problemas que presentan los emprendedores al iniciar sus modelos de negocio,
radica en que se desaniman porque sus ideas no son comprendidas. Esta
percepción les hace abandonar el emprendimiento, enfrentando una sensación de
fracaso, a la vez que dejan de un lado oportunidades valiosas para emprender. Algunas
veces tenemos el picture en la mente muy claro, pero no nos
damos cuenta de que al verbalizar omitimos, generalizamos y distorsionamos la
información. Esto es un problema común en la comunicación, y puede ser que no
sea problema de la idea, sino de la manera como se presenta.
La mayoría de las veces que
toco el tema de la detección de la necesidad de un segmento de clientes para
plantear una propuesta de valor, me indican esta frase: "estamos para
satisfacer sus necesidades". Es ahí donde les digo: imaginen que en este
reciento yo diga eso y empiezo a buscar algún caballero en la clase. Y
pregunto: ¿Cuando ves a una mujer, y te digo que te voy a satisfacer todas sus
necesidades, en qué piensas? Y ahí caen en cuenta de que no se puede
generalizar. Que se necesita especificar el QUÉ, qué necesidad te voy a
satisfacer, con base en lo que mi modelo de negocio pueda ofrecer: te satisfago
tu necesidad de orientación para que diseñes tu modelo de negocio. Suena
diferente, ¿verdad? Te pongo otro ejemplo: una de mis alumnas está montando un
centro de estética y salud, por lo que dentro de sus servicios están los
masajes, ya sean de relajación (zen) o terapéuticos (con control médico).
Cuando menciona que da masajes, sin dar mayores explicaciones, sin preocuparse
por presentar una propuesta que entregue valor a sus clientes, la pregunta
automática es si tienen final feliz... ¿Explico por qué no hay que generalizar
ni omitir información? Tengo un alumno que menciona que satisface necesidades
tecnológicas. Un emprendimiento tecnológico como puede ir desde instalar
un software en un dispositivo (no diseñarlo), hasta
construir un sistema robótico o mecatrónico, de base cuántica, que lleve a la
gente a viajar en el espacio, como lo que está trabajando Elon Musk.
Otro aspecto que los
emprendedores no toman conciencia en el diseño de su modelo negocio, es cuando
describen a los clientes. Con mucha frecuencia veo que se buscan describir a
los segmentos para preparar un plan de mercadeo antes de entender las necesidades
o problemas que dan pie a la propuesta de valor. Si bien es cierto que estas
variables demográficas, geográficas, económicas, conductuales,
etnográficas de los clientes, son muy útiles para plantear estrategias de
comunicación, fidelización, canales, productos, servicios, interesa primero la
necesidad que desean satisfacer o el problema que desean solucionar. Me
explico: una necesidad es un evento que desean tener y que les mejora la calidad
de vida, como por ejemplo, la necesidad que tienen las personas de tercera
edad, en Brighton (ciudad esta que sirve de asentamiento para la gente
retirada, que es de la tercera edad o cercana a ella), de comprar comida, pero
su salud no les ayuda a tomar el autobús o caminar y hacer compras durante una
mañana. Pero lo hacen porque si no, no comen. Un problema es una situación
donde invariablemente se debe eliminar, de lo contrario trae consecuencias
nefastas, como por ejemplo, la falta de agua dulce en Aruba, que los puede
hacer morir de sed u obtener agua potable a un alto precio. Para el primer
caso, Tesco y Asda, dos cadenas de tiendas en Brighton, les dan valor a sus
clientes haciendo las compras y llevándolas a la puerta de las casas de las
personas, de manera que se eviten el viaje. Esa es una propuesta que le entrega
valor al anciano que no puede hacer la compra, y lo agradece. En Aruba, la
instalación de una planta desalinizadora resuelve un problema de obtención de
agua potable, vital para el ser humano.
Posiblemente muchos emprendedores
tengan la idea clara en sus mentes, y posiblemente sea una idea brillante, con
altas probabilidades de éxito; pero no será suficiente si no se puede expresar
para que terceros la entiendan y la apoyen. En este sentido, es importante
plantearse qué tiene valor para el cliente y si la propuesta de valor que se
quiere expresar en el modelo realmente será valorado por el segmento escogido. Como
mentora de emprendimiento, en el canvas me interesa ver la conexión entre la
necesidad del segmento de clientes y su propuesta de valor, para entender luego
los productos y servicios. Y posiblemente el trabajo no sea ver las
oportunidades del negocio, sino el constructo mental del emprendedor para
verbalizar la idea. Para ello, de vez en cuando me quito el sombrero de mentora
y me coloco el de Coach, para
facilitar primero que el emprendedor exprese su modelo de negocio. Este trabajo
puede ser más complejo que el mismo diseño del negocio, dado que se relaciona
con las competencias comunicacionales del emprendedor, lo que implicará un
trabajo previo para mejorarlas.
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