Ética y moral: ¿las tienes?
Hace poco
fui invitada a una ponencia sobre ética, donde conversé sobre la ética, vista
desde la actuación personal, haciendo mención de lo importante que es, desde mi
parecer, ejercer el liderazgo pensando en los demás y no en uno mismo. El
último ponente, un filósofo, me hizo ver que la ética se relaciona con la norma
que se cumple, que es indubitable, perdurable e inquebrantable, como la ética
del ejercicio profesional de la medicina, y que la moral solo afecta al
individuo que la muestra.
En un principio,
me pregunté si lo que estaba hablando confundiría a la audiencia, si estaba
dando definiciones erradas, pero a la postre, me di cuenta de que lo estaba
haciendo bien. Siguiendo el ejemplo que este filósofo presentó, imaginen que un
grupo de asesinos deciden reunirse y hacer un código de ética; pues bien: el
código tiene las características de un buen código, aunque no sea para beneficio
de la sociedad.
Desafortunadamente,
en Venezuela, vemos varias cosas con relación a códigos de ética que no
deberían existir. Una banda criminal de Caracas robó una moto a un médico. Al
día siguiente, salió la noticia de su devolución, dado que esa banda no se mete
con los médicos. Al parecer, eso es parte de su código de ética; ahora bien,
¿es correcto meterse con otros ciudadanos? ¿A cuenta de qué?
Cosas que
he visto a lo largo de mi vida en Venezuela es que las leyes y códigos son
hechos por personas. Unos con una visión hacia las consecuencias de la
humanidad, otros con una visión más personal del legislador. Y cuando la moral
del legislador no es de confianza, las consecuencias son catastróficas. No solo
está el hecho de la norma disruptiva,
sino el modelaje que da pie a que los demás códigos se vayan al piso. La redacción
de una norma o código en función de la rabia o el descontento, va a generar
leyes punitivas, donde la justicia puede distorsionarse al aplicarse una
sanción desmesurada. También puede darse el caso de una norma muy relajada, que
puede ser tan permisiva hasta llegar a un comportamiento anárquico. Ya sabrán
algunos el porqué del comportamiento venezolano, entonces.
Añoro la
época de los años 60, donde la moral acorde con códigos de ética pensados en el
bienestar de la sociedad era el comportamiento habitual del ciudadano. Las
leyes eran irrefutables dado que se habían escrito para un ciudadano que
buscaba la excelencia, a la vez que no se cambiaban a cada rato. Ahora bien, he
descubierto que hubo un inframundo social, donde se germinaron anti-valores por
varias generaciones, que fueron exaltados demagógicamente en pro de una silla
presidencial. Y ha sido la base de la distorsión sistemática de la ética
venezolana.
Si nuestros
políticos y legisladores hubiesen sido menos egoístas, más pluralistas,
seguramente tendríamos una verdadera Venezuela Saudita, como Dubai, al
desarrollar una nación hacia el completo bienestar de sus ciudadanos, sacando
del foso de la ignorancia y la improductividad a estas generaciones de ese
inframundo social, que en vez de ser educadas para la productividad, el
desarrollo personal y familiar, así como la contribución para el país, se les
aupó para el resentimiento, ensalzando su pobreza, su falta de poder,
ignorancia y autoestima, haciendo que miraran con rencor a quienes producen y
arriesgan su capital en empresas que producen bienes para ellos.
La buena
noticia es que cualquier momento es bueno para iniciar un cambio. Es un buen
momento también para revisar cómo está tu moral, en el sentido de cotejarla con
los códigos de ética que practicas. Todos tenemos códigos de ética que cumplir,
porque somos parte de una sociedad; es hora de revisar entonces cuáles códigos
son los que norman el comportamiento personal. Yo me he quedado con esos
códigos de los años 60.
Sin duda, hablar de ética es bastante duro cuando los referentes son alejados o muy distantes, la Ética es la norma que congrega a las personas que con diferencias Morales comparten un código normativo y conductual aplicado. Los Valores y Principios Morales si han cambiado lo han hecho desde la formación de hogar, las familias descompuestas por los antivalores de dónde cada día son alienados y enajenados, son productos de la visión deshumanizante del capital y su doctrina de colonización. La moral de nuestro núcleo social ha sido colonizada y nuestra ética y norma lo que hace es manejarse sin disciplina, haciendo Doxa de cada vez que se aplica una norma sin criterios cognitivos. Felicito la realización de programas de formación avanzados en estos temas a futuros profesionales e invito a todos a mi nvestigar sobre los temas que esto trae al tapete .un abrazo y mi saludo.
ResponderEliminarEmilio Suniaga
Gracias por tu aporte
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