Se venden cristales para ver la vida de otra manera

 



En mis cortos años de vida he estado rodeada de gente con visión pesimista, y de paso, mi actitud crítica me enseñó que mi entorno y circunstancias no eran lo deseado, incluso, desde pequeña siempre tuve la sensación de que todo podía ser mejor: desde la familia, la comida, los paisajes, el trato de la gente… En fin, algo diferente era lo que deseaba.

El universo hizo lo suyo y acomodó el país para el cambio a una mano dura que todos clamaban y a mí me mostro algo diferente, que me hizo replantearme mi forma de pensar. Si bien es cierto que hace 30 o 40 años yo quería una vida de primer mundo que no la tuvimos a pesar de la bonanza económica, los infortunios del país me han enseñado que sí, había cierta belleza en muchas de las cosas del pasado, que aunque quisiéramos, no serán iguales si quisiéramos reconstruir el pasado. En cada reconstrucción y en cada pasado hay un aprendizaje que indubitablemente nos obliga a hacer las cosas diferentes, aunque busquemos el parecido con lo conocido. Esa es la grandeza de las lecciones recibidas en la vida.

Adicionalmente, la búsqueda de la evolución personal me ha llevado a la mirada de las circunstancias desde otra perspectiva. Justamente, tomar consciencia de que en cada escena hay un punto de referencia a la belleza, tal como lo apuntaba Ana Frank, dejar de ver lo malo solamente, y si me enfoco en lo malo, es para ver cómo se puede convertir en algo mejor. Este ejercicio me ha llevado mucho tiempo convertirlo en hábito, pero lo he logrado. Así, que si eres una persona que se abruma fácilmente por las circunstancias de la vida, te invito a que tomes la decisión consciente de ver las cosas de manera diferente. Así fue como yo lo logré.

1.       Tomar la decisión de amar. En mi adolescencia me preguntaron si me enamoraba fácilmente y en ese tiempo entendí que podía amar a mi propia discreción, es decir, había una decisión consciente al entregar amor. Ciertamente, el enamoramiento requiere otras cosas, pero amar, tal como lo señala Enrique Barrera Negroni, citando a Erich Fromm, como el amor no espera nada a cambio, solo dependerá de la decisión consciente de desearle bien a otra persona, sin importar lo que sea o represente esa persona. Esta filosofía me ha llevado incluso al perdón de una manera más entendible, si se quiere (aunque aquí requerí razonar su verdadero significado y descifrar las conductas de los demás. Es un proceso largo, en el cual creo que todavía estoy en proceso de aprendizaje).

2.       Gestionar mis emociones. Aplicar la inteligencia emocional y estar atenta a los pensamientos automáticos y negativos, las emociones que estos me hacen sentir y tomar la decisión de reemplazarlos por pensamientos que me den luces en el encuentro de soluciones, si está bajo mi control, y que me permitan acomodar la vida en función de lo que no puedo cambiar.

3.       Acrecentar la fe. La confianza en que Dios lo puede, reforzándola en las muestras diarias de que se puede salir adelante, de que oye mis peticiones y de que las cosas pueden suceder de manera diferente a lo que yo imagino, pero que da los  resultados finales que estoy pidiendo, me permite sentir la seguridad de que esa fuerza superior, el Poder Creador está atento a mis requerimientos y cuida de mí en las circunstancias que creo que se escapan de mis manos (aunque debo reconocer que hay otras que sigo sin entender, y ahí me enfoco en que no tengo toda la información y será por eso que no encuentro el sentido). Estoy aprendiendo a aceptar estos eventos como parte de la vida, aunque sean dolorosos, quitándoles el colorante del juicio y la justicia.

4.       Revisar mis relaciones sociales. Algunas veces nos rodeamos obligatoriamente de personas con formas de ver negativas y la cotidianidad y los nexos hacen que no prestemos atención al valor agregado o restado de estas influencias en nuestras vidas. Hacer una lista de las creencias, frases y opiniones que compartimos con los más allegados nos puede dar pistas de cuánto nos nutren o nos menguan.

5.       Agregar valor personal. Preguntar qué puedo hacer al respecto, cómo puedo ayudar a los demás en una situación determinada o presentar opciones para una toma de decisiones, me da la posibilidad de sentir que estoy en una actitud activa y productiva, aunque no logre el cambio en su totalidad, que es mucho mejor que quedarse en la posición de desesperanza, ineptitud e incompetencia.

Sean cuales sean las circunstancias, el cambio se inicia en nosotros mismos.

Comentarios

  1. Sean cuales sean las circunstancias, el cambio se inicia en nosotros mismos. Comentario: Es una frase PODREROSA que nos anima a tomar nuestro destino en nuestras manos. YO LE AGREGARÍA: EL CAMBIO POSITIVO SE INICIA A DESDE CADA PERSONA Y ES RESPONSABILIDAD DE CADA SER HUMANO ATREVERSE A EMPRENDER ESE CAMINO HACIA LA MEJORA DE NUESTRA VIDA. A VECES EL HACER PEQUEÑOS CAMBIOS NOS PERMITE DESCUBRIR MUNDOS INTERESANTES, MARAVILLOSOS Y APASIONANTES....

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