El secreto del éxito

 

Si bien es cierto que los consejos de los sabios y los gurús de emprendimientos indican que la constancia, el trabajo duro, el seguir soñando y hacer un buen plan son las claves del éxito en la vida para lograr tus objetivos, en  mi experiencia hay otros factores críticos que usualmente pasan desapercibidos. Déjame analizar lo que dice el colectivo.

La constancia te puede ayudar a lograr tus metas, pero si sigues haciendo lo mismo y obteniendo los mismos resultados, es hora de que cambies la acción y empieces a hacer cosas diferentes; de lo contrario, puedes caer en una frustración que te lleve a la depresión. Por otro lado, el trabajo duro no es sinónimo de éxito, sino de la escogencia del camino más tortuoso para lograr las metas. Trabajar procesos complicados te quita tiempo y energía, a la vez que te hace menos eficiente. En cuanto a seguir soñando, este es un proceso que requiere varios pasos, y generalmente no los tomamos en cuenta, como son la visualización, la expansión de los sentidos para darle forma a ese sueño, la alegría de sentir y saber que ya es un hecho, la confianza en el proceso aunque la realidad no se parezca a lo que hemos visualizado, y por supuesto, el agradecimiento, todo esto nos lleva a desechar la desesperanza y la frustración, que son los principales enemigos de los sueños. El último de los consejos se refiere al plan y me he topado con dos cosas: primero, no todos saben hacer un plan y cuando el plan falla no saben qué hacer con él, por lo que se requiere un poco más de empeño, indagación y visión estratégica.

Es por ello que te pido que no te quedes con estos consejos sino que mires estos también, que en mi experiencia particular han sido de utilidad:

1. La meta y el proceso. Las metas han de ser realizables. Puedes soñar con construir un cohete, pero no puedes soñar con restarte 20 años. Adicionalmente, tus metas deben ser tuyas y no de otras personas, como los hijos; ellos tendrán sus propias metas. En cuanto al proceso, entre el aquí y el ahora hasta lo que quieres lograr hay un trecho que hay que seguir, y ese camino puede traer cambios de conducta, adquisición de conocimientos, gente que nos puede ayudar; así que “se hace camino al andar” y no todo está hecho, hay que construirlo con pasos que pueden ser cortos, pero coherentes; se puede parar un rato y seguir otro más. Mucha gente me cuenta de sus planes de emprendimiento y se ven ya ganando grandes sumas de dinero, sin ver el negocio en su modelo ni lo que implica llevarlo en el quehacer diario.
2. El porqué de lo que haces. Si tus sueños se relacionan con hacer dinero, tienes alta probabilidades de que no te satisfagan y por ende, te pueden sacar de la meta final que es tu bienestar. Hacer dinero debe ser una consecuencia de hacer lo que haces más prestar un servicio a la sociedad. Puedes tener una idea grandiosa para ti, pero no necesariamente gustará a otras personas, y si no trae beneficios te puede traer un dolor de cabeza e intranquilidad en tu alma si no piensas en el bienestar de los demás. Los seres humanos tenemos en nuestro propósito espiritual el servir a los demás y ese servicio será maravilloso si genera felicidad para ti, tu familia y comunidad.
3. El conocimiento del Yo. Entender tus virtudes y áreas de mejora, lo que estás dispuesto a hacer y qué no, cuáles son tus principios y valores te pueden ayudar a escoger el mejor camino para tus metas. Enfrentar tus sombras te ayudará a crecer como persona y te dará sabiduría, y conocer tus mejores cualidades te potenciarán tus metas y minimizarán las frustraciones que te encontrarás en el proceso.
4. La ampliación del mapa. Uno de los postulados de la PNL señala que lo que creemos y conocemos no es suficiente para tomar decisiones, dado que si tenemos poca información nos haremos una idea corta de lo que es la vida, y mientras ampliemos nuestro mapa de conocimiento y habilidades llegaremos más lejos porque nuestros recursos y visión se amplían.
5. La conexión con tu propósito de vida. Ese contrato que firmaste con el Creador al aceptar venir a esta vida en este mundo que te dice en el fondo de tu corazón “esto es lo que quiero” y que no solo te hace feliz sino que te hace útil y productivo para ti y quienes te rodean, y no necesariamente son misiones aburridas. Pintar, cantar, enseñar, servir a los demás y rescatar las alegrías a esas personas que se han dejado llevar por las responsabilidades y visiones estrictas que les han marcado sus respectivos Yo interior puede ser una misión grata para muchos. Tareas como esas hacen que la vida sea una aventura maravillosa.

¿Coincides con estos factores de éxito? Puedes revisar lo que consideras tus propios factores de éxito. Tus comentarios son bienvenidos al final de este artículo.

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