Chopra vs. Maxwell y Hill

En mi formación como administradora, la planificación, la previsión y los planes situacionales han sido mi metodología de trabajo, pero viviendo en un país donde las crisis son el pan de cada día, la incertidumbre socioeconómica es abrumadora y donde lo que hiciste semanas atrás perdió vigencia, a veces me siento como Sheldon Cooper (personaje de la reconocida serie de TV «The Big Bang Theory» ) cuando pasa horas haciendo un acuerdo y le dicen que no es necesario, y tira los papeles al aire. Así será la vida de cambiante e inestable en Venezuela, que las empresas no hacen los planes estraégicos de 5 años, como hace dos décadas atrás. Y me ha hecho sentir preocupada porque sin planes, podemos perder el rumbo. 

Por lo anterior he decidido hacer algo diferente. Me he puesto a ver la vida con otra perspectiva y mediante lecturas y videos que me han llegado con guías de varios autores, y en especial de Deepak Chopra, me he encontrado que su recomendación en «Las 7 leyes espirituales del éxito» , específicamente en la ley del menor esfuerzo, es practicar sus tres componentes para hacer funcionar este principio están la aceptación de las personas, situaciones, circunstancias y cualquier hecho tal como se presenten, dado que si nos resistimos a ellos, luchamos contra el universo. “Aceptamos las cosas como son, no como quisiéramos que fueran, en este momento”. Otros componentes son no culpar a nadie, ni a nosotros mismos, y mantener una actitud no defensiva. En la ley de la intención y el deseo, Chopra recomienda que renunciemos a nuestro apego al resultado: “Esto significa renunciar a nuestro rígido interés por un resultado específico y vivir en la sabiduría de la incertidumbre… Dejemos que el universo se encargue de los detalles”. Y en su ley del desapego, en este universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a cualquier cosa que deseemos adquirir. Esta ley e basa en la confianza del verdadero yo. Y retoma la confianza en la incertidumbre, porque ahí está la libertad de creación.

Debo reconocer que la primera vez que leí lo de vivir en la sabiduría de la incertidumbre, lo primero que me vino a la mente fue invitar al Sr. Chopra a vivir unos meses en Venezuela: la incertidumbre aquí es descomunal. Sentí el choque de sus ideas contra las mías, así que dejé el libro a un lado y me puse a leer «Las 21 leyes irrefutables del liderazgo», de John C. Maxwell .

Con Maxwell me encuentro con la ley de navegación, referida a que el líder tiene que planear la ruta, y en su descripción plantea dos tipos de exploradores que se trazaron como meta ir al Polo Sur, uno que detalló cuidadosamente su viaje y otro que fue descuidado en ese sentido. El primer grupo logró su meta, mientras que el otro, aunque logró la meta de llegar al Polo Sur, su viaje de regreso al campamento base fue infructuoso. Murieron 50 millas antes del campamento. Si eres líder, debes tomar conciencia del grupo que depende de ti y por ello no debes dejar nada a la suerte, por lo que escuchan, aprenden de las experiencias, examinan las condiciones antes de asumir cualquier compromiso. Sin embargo, este autor menciona la ley de la intuición, y me enlaza esta ley con los preceptos de Chopra. 

Y seguí mi lectura con «Piense y hágase rico», de Napoleón Hill , quien indica que los pensamientos son cosas que requieren fe, tal como lo señala Chopra. Sin embargo, el conocimiento, la autosugestión, la planificación organizada, el trabajo en equipo, la perseverancia y el abanico de planes, en caso de que fallen, lo acercan a Maxwell.

De estas lecturas, con diferentes perspectivas, me quedo con la visión de Hill, que, de alguna manera, “da el empate” a Chopra y Maxwell. Ciertamente, el trabajo espiritual de Chopra es importante: el deseo y la voluntad del alma es lo que impulsa a cada individuo, cada quien tiene un propósito en la vida, y nada mejor que la Divinidad que nos guíe los pasos. En este sentido, la fe es importante. Y particularmente creo que los planes llegan cuando damos espacio a la intuición, que la vemos en la meditación y, sí, en el desapego. El apego a una determinada forma de hacer las cosas puede que sea la razón por la que no tenemos éxito. Recordemos que el mapa no es el territorio, precepto de la PNL. 

Aceptar las situaciones que nos regala el presente para ver las oportunidades escondidas, baja los niveles de tensión y angustia, pero incluso la meditación puede darnos luces para visualizar el camino. Importante, siempre tengamos metas y un norte que alcanzar, con una vocación de servicio a la humanidad, esto hará que el universo conspire a nuestro favor.