5 rasgos del corazón (y no la mente) de un gerente exitoso

Me llama la atención cuánta información hay sobre la mente de los gerentes exitosos: cómo piensan y por ende, cómo actúan. Sin embargo, no siempre la receta es la panacea. En mi opinión, es porque se le da más énfasis al constructo mental del gerente y menos a su constructo emocional.

Pregunté al sabio Google y encontré más de 15.000 entradas relacionadas con la mente de un gerente exitoso; pero al preguntar por el corazón de un gerente exitoso, no encontré una sola entrada. Eso me hace pensar que las emociones y valores de los gerentes exitosos no se han tomado con la seriedad debida.

En mis años de experiencia, he podido detectar algunos rasgos relativos a las relaciones, la socialización y los afectos de los gerentes, que me indican que van hacia el éxito, y de hecho, mis más recientes clientes demuestran mi teoría. He aquí mis impresiones:

1. Piensan en dejar un legado que trascienda. Los gerentes exitosos creen en que su labor no es suficiente para el aquí y el ahora, y por ello buscan que la viabilidad de sus decisiones lleguen a la mayor cantidad de gente y en la mayor cantidad de tiempo; de allí que sus ideas conservadoras se orienten al hacer lo que se tiene que hacer de la mejor manera, y sus ideas futuristas contemplan  la innovación.
2. Se conectan con la familia y se apoyan en ella. Las relaciones personales y familiares son tan valiosas como el conocimiento y la experiencia, por lo que dedican buena parte de su tiempo a la mentoría, al establecimiento de relaciones sociales y al cuidado de sus relaciones familiares. Un gerente que respete a su familia, seguramente respetará a sus compañeros de trabajo, a su equipo y, por supuesto,  a sus clientes y stakeholders.
3. Tienen la humildad para reconocer errores y aprender de ellos. He aprendido que los gerentes que reconocen su lado humano y que están conscientes de que pueden errar, son más abiertos a reconocer sus errores, pedir disculpas y enmendar los errores a la brevedad. Aprenden, cambian, toman nuevas decisiones con base en lo aprendido y comentan sus fracasos como fuentes de lecciones de vida. Estas conductas los llevan a trabajar con controles de daños acordes con las circunstancias que conlleva un nuevo producto, proceso o una nueva decisión, por lo que sus emociones se mantienen en alto si no llegan a lograr lo planteado originalmente, sino que reajustan la agenda, la estrategia y la circunstancia en general.
4. Creen en la igualdad de los humanos, pero las características individuales. Los gerentes que pueden relacionarse con personas de cualquier jerarquía, edad o género, y pueden reconocer con mayor facilidad las competencias individuales, así como su potencial, dado que sus relaciones no están filtradas por antiguos estereotipos. Esta característica les permite, además, estimular y aglutinar grandes grupos de personas, al usar un lenguaje inclusivo y entender las motivaciones de cada persona.
5. Son generosos por naturaleza. Los gerentes exitosos lo son por su naturaleza generosa, ya que les gusta compartir el bienestar que ellos sienten.  Todas sus decisiones las basan en la ventura del colectivo porque saben que
   
   su impacto puede cambiar vidas para bien, y es por ello que, algunas veces, la racionalidad económica pierde sentido por la actuación con base en el instinto y la recompensa social.  Si bien es cierto que sus decisiones son medidas por impactos económicos, estos gerentes de corazón generoso monitorean también el impacto de sus decisiones en la vida de su entorno laboral y social. Cabe mencionar que esta generosidad va más allá de las regulaciones para la responsabilidad social, porque es genuina al sostener que el bienestar de los demás es un resultado que se debe a la actuación gerencial.

Quien solo piensa racionalmente, tiene altas probabilidades de tomar decisiones equivocadas. Así es la naturaleza del ser humano.